Desde Urueña, la Villa del Libro, presentamos: TABERNEROS INVISIBLES, o el recuerdo de escritores olvidados; LECTURA TAvERNÁCULA, un sistema de lectura que "lee" las señales de los libros; MILESLIBRO, proyecto de acogida de libros “inválidos”…
El problema es que las magdalenas no casan tan bien como el bizcocho con el zumo de naranja. Por otro lado, por culpa de Proust en nosotros sigue existiendo el fervor reverencial por las magdalenas…
Magnífico corto, ya estamos esperando el siguiente.
Un abrazo a sus autores desde la otra esquina de las murallas de Urueña!
Me gusta el vídeo, y mucho haberos visto el domingo pasado. Se me ha ocurrido otro vídeo comiendo lechazo y leyendo, puede ser una versión de lo de las magdalenas de Proust a lo castellano, rural o simplemente con mucho hambre. Seguro que se os ocurre algo.
Rafa, tenian que haber sido magdalenas y no bizcochos.
¿Tambien los paseastes para enfriarlos.
Un saludo
Rosa
El problema es que las magdalenas no casan tan bien como el bizcocho con el zumo de naranja. Por otro lado, por culpa de Proust en nosotros sigue existiendo el fervor reverencial por las magdalenas…
Magnífico corto, ya estamos esperando el siguiente.
Un abrazo a sus autores desde la otra esquina de las murallas de Urueña!
Rafael, ¡qué bien das en cámara!
Al igual que Fer, también pienso que Marcel Proust y su búsqueda del tiempo perdido, es muy culpable del asunto de las magadalenas…
Besos desde Velliza.
Me encanta!
A lo mejor podríais seguir deleitándonos con más vídeos creativos como éste. Soy una fan vuestra.
Un besito.
Me gusta el vídeo, y mucho haberos visto el domingo pasado. Se me ha ocurrido otro vídeo comiendo lechazo y leyendo, puede ser una versión de lo de las magdalenas de Proust a lo castellano, rural o simplemente con mucho hambre. Seguro que se os ocurre algo.