El próximo domingo 22 de julio, a las 13 h., los cuentistas Fernando Martos y Roberto Pérez nos deleitarán con divertidas y curiosas historias sobre la bicicleta y el mundo del ciclismo. Una excelente ocasión para pasar un buen rato y visitar, de paso, la Villa del Libro.
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CUENTOS DE BICICLETAS, En Librería Páramo
Posted in Sin categoría, tagged bicicleta, cuentos, Fernando Martos on 07/14/2012| Leave a Comment »
CUENTOS DE PUCHERO, con Neysa y Cris
Posted in Actividades, tagged cuentistas, cuentos, romances on 03/14/2012| 1 Comment »
Domingo 25 de marzo, a las 13 h,.: CUENTOS DE PUCHERO, en Librería Páramo (Villa del Libro de Urueña)
Ven a compartir con nosotros romances, leyendas y músicas de los campos de estas tierras, contados con la magia y el saber hacer de las grandes cuentistas Neysa y Cris. La entrada es libre hasta completar el aforo.
Y después, si te animas, quédate a comer un riquísimo menú degustación en el «Portalón» (12€ todo incluido). Para quedarse a comer se ruega confirmación previa.
Papelmiro y Lapizpongo abren el grifo
Posted in Papelmiro y Lapizpongo, tagged cuentos, juegos, niños on 08/08/2011| 2 Comments »
Cuentos de Atiza: Réplica
Posted in CUENTOS DE ATIZA, tagged cuentos, Joyce Carol Oates on 08/13/2010| Leave a Comment »
El librero Atiza disfrutaba muchísimo atizando libros. Revolvía el fuego que duerme bajo el menudo carbón gráfico de las líneas. Caprichosamente añadía combustible para que ardieran más. Así, por ejemplo, abriendo al azar un libro de Joyce Carol Oates, leyó esta frase: “insistía en que llevásemos diarios honestos como preparación para la poesía”
“¡Diarios sonethos como preparación para la poesía!…¡Azar elemental!”, replicó Atiza despabilando el texto con el soplillo de sus pestañas.
Cuentos de Atiza: Tmesis
Posted in CUENTOS DE ATIZA, tagged cuentos, tmesis on 08/10/2010| Leave a Comment »
Andaba siempre tan en su oficio el librero Atiza, que se afanaba sacando nuevos textos incluso del polvo de los libros; y está el cuento en que, como la experiencia le había mostrado que al rozar los volúmenes para sacudírselo siempre se le ocurrían ideas, además de plumero usaba plum(aytint)ero.